domingo, 4 de diciembre de 2011

Juan


                                                  fotos de Mario Testino...
Ligue telefónico sin aristas qué recordar. Esas conexiones a la línea, al sex delivery, que hacía antes de dormir, en la oscuridad del dormitorio y con el último cigarrillo prendido. Para pasar el tiempo.
Me pidió el número de teléfono, que como tantos otros, sabés que no llamará.
Pero llamó. Tres veces, tres días consecutivos y yo, que estaba en la vía rápida en esos tiempos; no podía concretar el encuentro. La tercera fue la vencida.
Qué cara de pelotudo!!! me dije, al abrir la puerta de casa y dejarlo pasar para tomar un cortés café sin compromisos. Cinco horas me llevó conversar fluidamente pero no pasaba nada en mí.
Era tarde ya y debía levantarme temprano. Comer tenía que comer igual, así es que le propuse hacerlo juntos por ahí. A punto de salir, en el hall del departamento, lo besé. Quería saber qué me producía.
No mucho, pero tampoco fue tan malo. Y me dijo con cara de cordero de sacrificio: "Por favor, no me lastimes. Todo, pero no me cagues".
Esa noche la pasamos juntos sin estridencias, pero fue interesante encontrarlo a la mañana siguiente desnudo en mi cama.

Dos días fueron suficientes para que atolondradamente se le pusiera nombre a eso que comenzaba.
Seis meses de idilio con el psiquiatra de tanto aplomo y corazón generoso. Proyectos de toda la vida y terminar comprando yo la casa, él el terreno contiguo y crear así nuestro propio Edén...hasta hacernos viejitos, felices, juntos.

Y comenzaron los otros seis meses. Ausente de inmediato, casi siempre ausente; escapando de todo, viviéndome el alma y el bolsillo;  el destrato constante, la victimización; el manipular, el hundirme. La humillación del amor rendido en manos que no lo merecen.
Esa preocupación reiterada de saber qué pasaría con la casa cuando yo muriera...y esa certeza  que heló la sangre, al responder que él no moriría antes que yo; que lo resolviera.

Comencé a enfermar, dolores en el cuerpo, desgano, el llorar porque sí o por todo; apatía por todo. Y él lejos, desapareciendo. Respondiendo mensajes de texto a medianoche, y yo sin reacción alguna; sin que me importara más que comprender qué pasaba, qué había sido de mi mismo, ese que era hacía unos meses atrás.
Una madrugada pretextó un Congreso muy temprano en la capital y se fue a las 4.30 am. Nunca más volvió. Llamó una semana más tarde para concertar el retiro de sus cosas de casa, sin molestarse en excusas ni explicaciones. Me dejaba como un cualquier cosita, como un polvo de una noche, abandonado en el medio del campo.

Sobrevino la tristeza de mil años a mi pecho, con pesadillas que no me dejaban descansar; siempre él en mí.
Luego supe que ponía pastillas de vaya a saber qué drogas en mi café, que me estaba matando de a poco; pero ni siquiera el alivio de verme sin él me consoló. Quién puede ser tan desgraciado para hacerle algo así a un tipo que te dio el corazón? Por qué?

Acobardado pero decidido, seguí adelante; como fuera.  Ni un minuto detenerme porque de otro modo caería. El duelo fue por mi mismo, por la inocencia perdida, pero en silencio.
Un año me llevó salir de ese túnel; pero acá estoy.
Pasó ya mucho tiempo desde esa locura; herida que se convirtió en recordatorio de cuán cerca estuve del abismo.
En esos momentos te dicen: "pero una ruptura, no es la muerte de nadie!!!"; y no, tienen razón; es la muerte de uno mismo.
Tuvo que pasar el tiempo, pero todo fue llegando, cada cosa a su momento. Todo llegó.
Conquistar la casa, espacio por espacio, erradicando todo recuerdo de él. Borrárselo del cuerpo con otros cuerpos, otras bocas. Recuperar el control.
Todo fue ocupando su lugar, todo regresó.
Vamos, que todo se ve mejor con un poco de glamour en la vida! Desangrado en glamour.



6 comentarios:

Alforte dijo...

Vaya historia, más que de amor es de terror!!!! Los que van con cara de cordero degollado son los peores!!!
Líbrame de las aguas mansas que de las bravas ya me defiendo yo.
Pobres infelices...y lo mejor es que lo has superado y te has enriquecido como persona.
Enhorabuena y besote!!!!!

Duc de Charlus dijo...

En verdad fue de terror la historia. Poéticas tus aguas, pero hablando en cristiano: CUIDATE DE LOS MANIPULADORESSSSSS!!! Siempre que escuchaba hablar de ese tipo de gente y cómo se relacionaba; subestimaba la capacidad del otro por no darse cuenta del mal que les habían provocado. Pero te tiene que tocar vivirlo para saber el nivel de ceguera al que te van empujando. Besos para vos!!!

Argax dijo...

Es bueno que nos hayamos conocido después. Porque entiendo cómo puedes dejárte abducir por las circunstancias y las personas.
Ahora el espacio que ocupas es tuyo por derecho, sólo tuyo, blanco, por llenar, o ya casi lleno de todo lo que te define.

Así que aquí encriptada está esa historia que te ha hecho renacer eh?

Lo malo de los manipuladores es que caminan a ciegas, sin saber bien lo que quieren. Se conforman con lo que imaginan que tienen los otros y por tener defectuosos los deseos eligen los de los demás. Uno se mira en ellos como en un espejo, se corre el peligro de pensar: joder, pero si este quiere lo mismo que yo, cómo no voy a implicarme. Pues es que nadie puede querer lo mismo que uno mismo.

Un besazo.

Duc de Charlus dijo...

Sí, encriptada como tantas otras historias; pero no necesariamente es la que me hizo renacer. Fue parte de un proceso en que se puede llegar a incluir este capítulo negro, pero es sólo eso, un capítulo.
Los manipuladores detectan personas fuertes y con vidas resueltas; aquello que justamente ellos no tienen. El objetivo, esto dicho por psicólogos, es destruir a ese otro porque es la única forma que tienen de obtener placer; ejercer el control de tal forma de poner anular. Es una patología muy seria ya que las consecuencias en los terceros suele ser macabra: tuve que desandar el camino de sus relatos, para percatarme que todos sus ex habían terminado enfermos por algun motivo; inclusive internados...pero ni eso pude "ver" en esos primeros tiempos!!! besos sobrevivientes!

Argax dijo...

Los manipuladores, como tu bien describes, obtienen placer en el control de los demás. Pero siempre necesitan un resquicio por el que colarse, una debilidad, casi siempre de carácter emocional a la que agarrarse ofreciéndose como posible solución.
Por eso hay que estar muy atento en los primeros momentos en que se conoce a una persona. Este tipo de conductas no siempre son fáciles de detectar, pero siempre hay pistas.

Un besote y que sepas que me gusta también la parte literaria de tus historias personales.

Duc de Charlus dijo...

Gracias mon cher Argax!!! Ahora, al igual que el atropello político, los hijos de puta no se cómo, también se reciclan...hay que ir con pies de plomoooo. Besos