El comic patrio y otras miserias.

Cristina Fernandez de Kirchner, electa como Presidente por segunda vez consecutiva, reasumió ayer en el Congreso de la Nación siguiendo un protocolo bastante sui generis y de todas vistas cuestionable.
El Marqués de Tayllerand, diplomático y político francés que logró sobrevivir y estar en el centro de la escena tanto de los finales del Atiguo Regimen como en el Reinado del Terror y luego el Imperio Francés de Napoleón dijo: Que sólo los estúpidos se burlan del protocolo, si lo entendieran verían cuán fácil se desarrolla todo en la vida.

                     De izq. a der.: Vicepresidente saliente, el feto presidencial, Cristy y su nuevo Vice.

La asunción/reasunción de un Presidente o Jefe de Estado es y debe seguir siéndolo, un acto formal y solemne: no se celebra a la persona que lo asume, sino a la institución y al mismo pueblo que lo hizo posible, a la historia de una Nación, su presente y su porvenir. No puede ser sectario porque de otro modo se estaría dividiendo a los diferentes sectores que conforman a la ciudadanía, declarando así la guerra a aquellos que no votaron en su favor. Tiene que ser una ceremonia para todos: no fue votada por todos, pero la mayoría primó; pero al ganar también cuidará de los intereses de todos.

Lejos de todo ese equilibrio, fue el acto que ahora nos concierne: Además de llegar 15 minutos tarde y retrasar por tanto toda la agenda pautada; la tilinga llegó de "copiloto" en el auto oficial, en el asiento de atrás iban la horrorosa de su hija Florencia, la noviecita del hijo que hace poco perdió al "heredero"; y el más horroroso e impresentable de su hijo Máximo.

Con vestido de cocktail a las 12 del mediodía y de riguroso negro, a pesar que el luto lo tendría que haber dejado hace más de 7 meses, la fulana bajó con cara de constipación preparando así su acting de viudita eterna. El atuendo de la hija era otra fantochada de similares alcances, pero lo que definitivamente no se entiende, es la fijación que ha sumado a su fealdad, al querer reafirmarla poniéndose una "vinchita" -generalmente de terciopelo...en el caluroso Diciembre porteño...- del que pende una enorrrrrme flor del mismo material...francamente no se quién le dijo que le queda bien. El hijo tuvo la decencia de ponerse traje, pero eso sí, el pelo grasiento y descuidado permitió que hiciera de marco a su cara deforme, lasciva y ordinaria.

Además de no saludar correctamente al saliente Vicepresidente, con el cual está peleada desde hace 3 años -imaginen las escenas y altercados que se tuvieron que vivir con tal caterrrva de gente-, al hacer su juramento oficial deformó el protocolar final al decir "que Dios, la Patria y....ÉL me lo demanden"...el famoso ÉL, es logicamente el muertito, su ex padrillo (la que la sirvió para llegar a tener ESA decendencia) y ex presidente Nessshhhhtor Kirchner. Desde que se fue para NUNCA MAS VOLVER, Cristy se refiere al occiso con un irrisorio ÉL, en lugar de nombrarlo como haría cualquier otro mortal. A los demás presidentes que concurrieron al acto, no creo que haya sido necesario; pero estoy seguro que a Felipe de Borbón le deben haber tenido que aclarar a quién se refería con ese ÉL, la pánfila ésta.

Es que el Peronismo AAAAAMA a los muertos, se revuelca en una necrofilia francamente espeluznante y asquerosa in eternum. Aún se regodean en el cuerpo de Eva y de Perón mismo...ahora tienen otro fiambre con el cual iniciar la orgía.
Somos varios los que no entendemos cómo un alma que estará incinerándose en el Infierno puede venir a reclamarle por las cagadas que se manda su mujer; pero bueno, suponemos que en el Maravilloso Mundo de los K, todo es posible.

Contrariamente a TODA lógica protocolar, constitucional y de simple sentido común; se permitió que la banda presidencial fuese colocada por la infame Florencia K, la hija de ambos esperpentos, que con su floripondio de terciopelo cual tiara populachera, se dignó acomodarle las crines a su madre.
El discurso fue largo, patético, aburrido y sobre todo, falto de todo sentido: se limitó a enumerar con inexplicables cifras y porcentajes, toooodo lo que SUPUESTAMENTE logró el gobierno de ÉL y el que en ese momento culminaba...todo en un tono informal, intimista y con variedad de chanzas hechas a distintos secuaces que se encontraban presentes. NADA dijo sobre lo que piensa hacer de ahora en más, que es lo que todos esperábamos. Sumado que había que escucharla desvariar; también era inevitable escuchar la algarabía de barraca de la juventud peronista que se apostaba indecentemente en los balcones internos de la Cámara de Senadores. Así es que este nuevo período se inauguró de esta forma, una suerte de comic en el que cada entrega termina con un "continuará..." que crispa los nervios.

                                                    Yegua y potranca con sus aderezos

Cuando todos los jefes de Estado pudieron fugarse raudos hacia sus paises, faltaban todavía tres horas más de vueltas para que la Cristy se pusiera a tomar juramento a los nuevos ministros con que forma gobierno, o sea alrededor de las 19 hs. Todo este despliegue de mal gusto, desprecio por las formas e intituciones y aderezado de esa constante imposición de lo "popular" a todo lo que se haga; fue adornado con un festival de música en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada. Ahí sus huestes fueron felices entre gritos desaforados, choripanes y mucho olor a transpiración.

Con la caida de la Monarquía en Francia y el advenimiento del Reinado del Terror, el savoir faire-savoir vivre; fue proscripto hasta inclusive llegarse a prohibir el uso del "usted" como toda otra forma del lenguaje que denotara distancia de rangos, calidades y edades.
Esta supuesta igualdad es además de ficticia, remanida; una y otra vez se reitera en la Hitoria el mismo desolador cuadro. Cuando el sector más iletrado toma el poder, se las ingenia para hacer creer que será un gobierno "para todos", un gobierno de Igualdad. Lo primero que hacen, sin embargo, es investirse de todos los elementos externos que le son propios a aquel grupo social que dicen combatir.
Si fuesen tan populares, no se vestirían en Dior, usarían joyas Van Cleef o Cartier ni llevarían carteras Louis Vuitton. El Poder será siempre Poder; y como decía Bonaparte antes de proclamar el Imperio; "la corona está en el río, sólo hace falta recogerla".