jueves, 3 de noviembre de 2011

En este momento me encuentro en la cama, acabo de desayunar una taza de café con leche. Por una de las ventanas del dormitorio, veo unos diez caballos que vagan al compás de los ladridos de unos cuantos perros de esos que no son de nadie pero que alguien los alimenta. Algo de viento afuera que agitan las lavandas en la jardinera en la otra ventana. Y el cielo ahora que se nubla. La gata tampoco está muy activa esta mañana. Me mira desde el otro extremo de esta cama con ojos de "no rompas los huevos mucho hoy que no estoy de humor".


Ayer 2 de Noviembre fue el día de: todos los muertos, el nacimiento de mi último ex y en el que nació María Antonieta. Juro que mi último ex tenía una personalidad muy similar a la del personaje histórico: la plata le duraba nada, comprador compulsivo, jugador, coqueto y divertido. Traidor también.
De todos, es el que menos duele.

Luego de él, quedé como yermo...cero interés más que en el estar tranquilo, sin intenciones de conocer a nadie formalmente o con intenciones de proyectos a largo. Más que tristeza, fue hastío lo que dejó. Muchas relaciones, muchos besos, muchos apoyos emocionales, muchas rupturas y luego, quedar la nada...no me arrepiento de todo lo vivido, pero si me hubieran dado a elegir, por lo menos hubiese querido que mi último ex fuera algo más exitante.

Teniendo 23 años fui a bailar por primera vez a un boliche gay y dos fueron las imágenes que capté en mi radiografía mental: una parejita de chicos besándose; a lo que me dije "qué libres son"; y luego, una manada de viejos decrépitos sentados a la barra con sendos drinks en la mano intentando salvar la dignidad de otros años, "seduciendo" a pendejitos que a cambio de unos billetes, se dejaban "seducir"...y dije: "de esto me tengo que cuidar para no caer nunca".

De aquella época surgió mi máxima "los gays tenemos una fecha de caducidad y es a los 35. Años más años menos, dependiendo de cómo te haya llevado la vida. Luego de eso, hay que dedicarse a comprar muchos libros y cajas de té, y con elegancia, saber retirarse a tiempo".

Pues bien, pasaron 13 años y acá estoy; leyendo mucho, tomando té y creando un jardín en donde antes, durante décadas, no hubo más que una decadencia lenta y dolorosa de una casa del siglo XIX y su parque, del que solo se conservaron algunas acacias y cinco casuarinas.

Sinceramente confieso; no pensé que mi máxima se cumpliese tan taxativamente...recuerdo que una pregunta que me hacía y hacía a otros en esos primeros años de juerga era "cómo te ves de acá a diez años?" La mayoría respondía que felíz, en pareja, con un departamento lindo y grande y con un perro labrador ( lo del perro nunca se los entendí....a qué venía el perro?).

Cuando decía que me "retiraría a los 35", lo decía de modo de exorcizar la imagen de esos viejos decrépitos de la barra y ganar un poco de nobleza ante un futuro corto; pero en el fondo, odiaba la idea de encontrarme a los 35 sin haber dado con "el amor verdadero".

Pues bien; no encontré a ese "amor verdadero"; me fui a vivir a 100 km de la capital y en este pueblo tan victoriano, dudo que lo encuentre debido a ese encantador jueguito de salvar las apariencias cueste lo que cueste.
Lo que de ningún modo pude imaginar en ese tiempo, era lo felíz que me iba a sentir rodeado de libros, de tazas de té y con un jardín que crece a mi alrededor aún cuando estoy durmiendo...

8 comentarios:

Argax dijo...

Cada uno lleva sus caminos.

Una conclusión torpe que he sacado de mis años de vida es que lo que importa es que la gente que te rodee esté para sumar y no para restar. Sean estos "rodeadores" amores de la vida, amigos, hermanos, familia, conocidos, lo que sea...

Lo demás son formas de vivir las circunstancias. Además, después de todo dices que estás muy a gusto a 100km de la capital. Envidio tu jardín, yo no tengo jardín y aunque tengo mis macetas hay día en que las miro y me entran ganas de pedirles perdón.

Un abrazo y es un placer haber topado con tu blog.

Duc de Charlus dijo...

"Lo demás son formas de vivir las circunstancias"...sublime monsieur Argax...eso resume todo. Invitado estás a mi jardín en pleno desarrollo! Gracias por tu cumplido. abrazos!

Alforte dijo...

Pues únete al club jejeje, yo también ando bastante hastiado de todo ese "gay way of life", me falta el jardín para acompañarte en el retiro, en mi caso además de vivir en un pueblo tomando infusiones al caer la tarde, estoy rodeado de películas, fotos y por supuesto de internet, en donde puedo esbozar una sonrisa cómplice al leer entradas como la tuya.
Bsote

Duc de Charlus dijo...

Habrá sido que comenzamos muy pronto; vivimos mucho demasiado rápido o en verdad está todo "diseñado" para salir del juego voluntariamente siendo tan jóvenes? Estás invitado a mi jardín cuando quieras, hay espacio!

Pedro dijo...

Me ha encantado tu entrada!!!! He encontrado tu blog después de leer un comentario tuyo en mi último post. Me dijiste que te pasearías de vez en cuando por mi jardín, después de ver el tuyo tengo que decirte que yo haré lo mismo :D

Curiosamente, esta misma reflexión que has hecho tú la he construído infinidad de veces en mi cabeza, supongo que todos los gays en algún momento de nuestra vida la hacemos... Yo no me he puesto una fecha límite, pero sí pienso que no quiero verme a cierta edad con la desazón y el desasosiego que me produce a veces esa forma de vida que parece ser que llevamos los gays. Yo, al igual que muchos, intento llenar mi vida con el cine, la lectura, la música, con mi escritura y por supuesto, mi familia y amigos/as. Aunque suene muy tópico es así. Pero no sé por qué, de vez en cuando, el falso fantasma de la falta de afecto gay aparece en mi ventana. Un beso y te seguiré leyendo. Muak!

Lapegnola dijo...

Lo peor que tiene un gay es su propia "homofabia", siempre en algun lado aparece, a vos te aparevio en lo de "viejos decrepitos" que nombraste. Yo pense que un gay nunca seria propenso a discriminar como vos lo hiciste.

Duc de Charlus dijo...

Hola Lapeñola; podría entender tu punto de vista, pero en verdad no fue con ánimo discriminatorio, a lo sumo califiqué una escena muy propia del ambiente. Este mismo cuadro lo encontrás entre los heterosexuales; en donde hombres mayores pagan por sexo en bares a cambio de sentirse por un ratito más, allgo más jóvenes. Nada tengo contra la gente mayor gay; no los discrimino; sólo que no hay UNA ÚNICA forma de ser gay "según pasan los años". Esa modalidad, para mi vida, no la quiero. Simplemente eso. Ahora contame vos, que no tenés blog ni ficha identificatoria; en qué parte de tu camino de vida estás? Ah, gracias por pasear por mi jardín. Abrazo

Duc de Charlus dijo...

Peeeedrooo!!! En verdad no se qué ocurrió con la respuesta que ESTOY SEGURO escribí a tenor de tu amable comentario.
Adhiero a vos en referencia a cómo vamos llenando la vida de otras cosas. No se si es lindo haber tenido que encontrar sustitutos del amor; pero sí es digno de celebrar el habernos abierto a las sensaciones tan gratas que nos aportan siempre los amigos, las películas buenas en serio; y sobre todo la música y los libros...esos últimos sí que son amigos eternos. Besos mon cher!!!